sábado, 23 de agosto de 2008

De Paysandu a Mercedes: al final agarramos un bus


La jornada se presentaba con incertidumbre. No sabiamos si seguir desde Paysandu hasta Mercedes (130 kilometros) o si cruzar el puente internacional y hacer algunos tramos por la Argentina. En Paysandu nos dijeron que la ruta argentina era muy peligrosa (tiraban para casa, je, je, je) y nos recomendaron seguir por Uruguay. Otra vez mas, el kilometraje que nos anunciaban era incorrecto, y confiamos en nuestras fuerzas. Decidimos por tanto seguir por Uruguay e intentar llegar hasta Nuevo Berlin, una localidad costera.

El fuerte viento hizo que otra vez la ruta se nos hiciera dificil. No habia apenas arcen en la carretera y habia muchos baches, seguramente causados por el incesante trafico de camiones madereros que andaban por la zona.


Tras hacer 60 kilometros y ver que se nos acababa el dia decidimos hacer un alto en Tres Bocas donde encontramos una gasolinera y una tienda donde vendian de todo y ofrecian una amigable charla. ¡Una hora entera explicando de donde veniamos, quienes eramos y cual era nuestro proposito!


En este punto agarramos un bus que nos llevo hasta Mercedes. En este tramo el viento ya no era problema y a lo lejos pudimos divisar la silueta de la papelera de la discordia entre Uruguay y Argentina situada en Fray Bentos.


En Mercedes lo de siempre, cenar y a la cama!

viernes, 22 de agosto de 2008

De Guaviyú a Paysandú: contra el viento y el asfalto

Jornada de sufrimiento esta. El viento es el principal enemigo de los ciclistas en Uruguay. La orografía llana de este pais hace que el viento, cuando sopla, lo haga sin piedad. Esta etapa fue muy dura por el fuerte viento que hacía y la distancia que debíamos de recorrer. 70 kilómetros más o menos separaban Guaviyú y Paysandú.






















El vino siempre ayuda al ciclista.

Sobre Paysandú no podemos decir gran cosa, ya que fue llegar, comer algo y buscar un alojamiento. Se hizo la noche y volvimos a comer. Esto si que es vida!

miércoles, 20 de agosto de 2008

Las termas de Daiman y Guaviyú

El Litoral tiene su principal referente turístico en las termas que hay en varios lugares. Estuvimos en las Termas de Daimán (situadas a tan solo 8 kilómetros de Salto) y en las de Guaviyú. Estas últimas se encuentran a unos 50 kilómetros de Salto hacia el Sur.


Termas de Daimán

Llegamos a Salto procedentes de Punta del Diablo sobre las 6 de la mañana. Bajamos del omnibus y tras montar las bicicletas nos pusimos a pedalear. Todavía no había amanecido cuando llegamos al motel donde nos ibamos a alojar. Un precioso apartahotel llamado Manantiales con muy buenas instalaciones y con un buen precio. Además, incluían las entradas a las termas que estaban a dos pasos.

El apartahotel Manantiales.



Termas de Guaviyú



Al día siguiente agarramos las bicis y recorrimos los 50 kilómetros que hay hasta Guaviyú. El día era perfecto para andar en bici. En poco tiempo alcanzamos nuestro objetivo y nos instalamos en otro hotel, llamado Villagio. En este lugar existe una gran humedad, y eso se nota en las habitaciones. El restaurante del hotel era muy bueno, y la atención que se nos dispensó también. El dueño del lugar fue muy atento con nosotros. Un saludo.


El hotel Villaggio.


Por otro lado, las termas son de acceso libre. Las instalaciones son peores que las de Daiman, pero es normal si se tiene en cuenta que son gratis. En los alrededores no hay viviendas, pero si restaurantes y un camping que ahora estaba cerrado. Al parecer también se puede practicar la acampada libre.

martes, 19 de agosto de 2008

De Punta a Salto... pero en omnibus

Tras haber visitado los principales atractivos de la Costa Este, nuestra próxima meta era alcanzar el Litoral, zona situada en el Este del Uruguay.Para ello agarramos un autobus. Tenemos que agradecer la ayuda y los consejos de Nestor, el joven que atendía la oficina de los autobuses. Gracias boludo! Agarra unas vacaciones ya!


Elviaje en el autobus es muy comodo y bastante económico. No tiene nada que ver con lo que estamos acostumbrados en Euskal Herria. Los sillones se super reclinan. Son más comodos que los de los aviones incluso. Tienen baño y en trayectos largos te ofrecen bebida y algo de comer. Nosotras viajamos con nuestro vinico ylos bocatas de tortilla de patatas claro. Por las bicicletas te cobran más dinero,pero aun así sale bastante bien de precio.
Las bicicletas también tienen derecho
a descansar.

domingo, 17 de agosto de 2008

Visita de Punta del Diablo



Punta del Diablo es una pequeña localidad situada en la Costa Este, en la parte más al norte del Uruguay. Por lo que pudimos ver, sus gentes viven de la ganadería, del comercio y sobre todo del turismo. En la época estival el pueblo se llena de turistas. Ahora, sin embargo, apenas había gente.







sábado, 16 de agosto de 2008

De Cabo Polonio a Punta del Diablo con energias renovadas

Abandona- mos Cabo Polonio, el paraiso de los lobos marinos, tal y como lo entramos, con un jeep surcando las dunas que rodean este entorno. Teníamos la posibilidad de agarrar un omnibus para ir hasta Castillos y desde allí comenzar la ruta en bicicleta hasta Punta del Diablo. La otra posibilidad era hacer todo el trayecto en bicicleta. Contamos los kilometros y eran unos 70.






Hay que decir que no hay que hacer mucho caso a los uruguayos con el tema de las medidas. Unos nos decían que desde Castillos había más de 50 kilometros a Punta. Otros que alrededor de 35. Al final, sin otra opción ya, decidimos tomar las bicis, que para eso las llevamos.



Fue una jornada larga, pero muy bonita. Durante el trayecto comimos en la carretera lo poco que nos quedaba y nos bebimos la última botella de vino que teníamos. ¡Que sufrimiento! je, je, je.









En Punta del Diablo hay muchas casas y bungalows para alquilar. Pasamos allí dos noches. La primera de ellas en un hotel llamado Hosteria El Pescador. Era algo más caro que los anteriores hoteles, pero merecía la pena. Se notaba que estaban en temporada baja, sobre todo en la cocina, que ofrecía un menu muy simple, aunque bueno y barato.


La segunda noche la pasamos en uno de los mejores y más bonitos bungalows que hemos conocido hasta ahora. Estaba realmente bien.










La visita de la zona incluye la posibilidad de acercarse hasta la Fortaleza y al Parque de Santa Teresa. No hay que asustarse por la presencia militar. El parque es de propiedad de la Armada y al entrar te piden la documentación. Nada nuevo para nosotros.

Vista de la Fortaleza y el edificio de Capitanía del Parque del Ejército en Santa Teresa.

viernes, 15 de agosto de 2008

De La Paloma a Cabo Polonio: un pequeño paraiso del Uruguay

Nuestra siguiente meta era Cabo Polonio. Un lugar donde la organización de sus vecinos y vecinas ha permitido que la relación entre los seres humanos y los animales sea sostenible. De este modo, en este pequeño enclave se encuentra la mayor colonia de lobos marinos de América y quizás del mundo entero.







La travesia en bicicleta fue verdaderamente dura: ibamos cargados de comida, con mucho peso, hacía mucho viento (como casi siempre en contra) y eran unos 50 kilometros los que teníamos que hacer. Cuando ya llevavamos un buen rato andando en bici nos dimos cuenta al ver un cartel que tan solo habíamos recorrido 19 kilometros. Todavía quedaban 31 más! Otra vez más volvimos a dudar sobre nuestra capacidad para acabar la rute, pero finalmente lo conseguimos.


Para acceder a Cabo Polonio debes tomar un jeep que te acerca hasta el poblado. Está prohibido entrar con coche o moto.


En este pueblo hay unas 450 casas, y en verano la cosa se pone a 100. Alrededor de 2.000 personas se concentran en el lugar. Nada que ver con lo solitario que se presenta en invierno. No se veía un alma! Pasamos dos noches en Cabo Polonio, y una de ellas hizo un tiempo de perros. El viento era muy fuerte y la lluvia lleno de charcos los alrededores. Para nosotras fue la ostia, y para los habitantes del lugar no fue sino una tormentica.















Nuestro hogar en Cabo Polonio. Las casas se
alquilan en Cabo mismo y son bastante
baratas, aunque muy rudimentarias: no hay
ni electricidad ni agua corriente.

martes, 12 de agosto de 2008

De Maldonado a La Paloma: jornada de sufrimiento

Conocimos el significado de la palabra miseria en este tramo de nuestra aventura. En total, 90 kilometros a lomos de nuestras pequeñas cucarachas. 90 kilómetros con algunos tramos sin asfaltar y con alguna sorpresa desagradable. Nos explicamos: escogimos viajar por la ruta de la costa, que en teoría era más corta que la otra ruta. El problema de la ruta costera era que había un par de tramos que había que cruzar en "ferry". El primero de ellos , la laguna de Garzón (que coincidencia) sin problema. Una balsa cruzaba ininterrumpidamente la laguna de forma gratuita. El balsero nos dio la mala noticia de que la siguiente laguna (llamada Laguna de Rocha) no había manera de cruzarla. Ni por agua ni por carretera. Eso significaba que debíamos hacer muchísimos más kilometros hasta llegar a la ruta convencional y alcanzar nuestro destino: La Paloma. Eran casi las 14:00 y veiamos que nuestras fuerzas y el tiempo que nos quedaba de luz eran insuficientes. Un hombre nos llevó en su camioneta unos 20 kilometros, y aun así, todavía nos quedaba un largo camino.














La desesperación no quita las ganas de mear, eh!?

La desesperación no nos aletargó y con muchos esfuerzos alcanzamos Rocha, una localidad que no tiene mucho interés turístico, aunque si que recomendamos los canutillos de dulce de leche con chocolate que venden en una pastelería cercana a la terminal de omnibus.¡Buenísimos! Desde allí tomamos un bus hasta La Paloma. En los autobuses te dejan meter las bicicletas, pero te cobran bastante más. Tuvimos suerte y no sabemos por qué, no nos cobraron ningún plús.
En La Paloma, ciudad turística, el ambiente era de abandono. No había gente en las calles, la mayoría de los establecimientos y restaurantes cerrados... la temporada baja es mortal. Conseguimos habitación en un hotel y cenamos como reyes. Nos lo habíamos ganado, nos deciamos la una al otro.
En Uruguay avisan de los controles. A ver si

aprende la Guardia Civil.

De Piriapolis a Maldonado: una jornada de descanso

Tras las largas jornadas anteriores (largas para nuestras fuerzas), nos dirigimos de Piriapolis a Maldonado.
La noche la pasamos en un camping del pueblo, con buenos precios en bungalows aunque ya más caros que los de Atlantida. Eso si, comienza la televisión por cable. ¡Qué raro se hace ver a Homero (Homer Simpson) hablar con acento sudamericano!








Antes de salir de este pueblecito nos informamos bien de la ruta en varios establecimientos hosteleros. La amabilidad es una seña de identidad aca en el Uruguay, y nos atendieron de maravilla. En un bar situado al lado del funicular charlamos con el dueño, de raices gallegas (algo muy común) y que nos dio las pautas necesarias para nuestra ruta.


La ruta de Piriapolis a Maldonado es preciosa y muy amena. La pena es que la bateria de la camara murió y no tenemos fotos. Antes de llegar a Maldonado pasamos por una especia de barrio residencial de ricos en la localidad de Punta Ballena. Hay una buena subida hasta llegar a un mirador donde se divisa toda la costa y las impresionantes mansiones que hay. En una de ellas, dice que pasa el verano Shakira. No la vimos.

Maldonado está cercano a Punta del Este. De hecho no se distingue el uno del otro sino es por que en Punta están todos los hoteles y la zona más turistica. Dicen que también el bolsillo siente de forma ostensible si estas en Maldonado o en Punta. Evidentemente Punta es mucho mas cara. Por eso pasamos noche en Maldonado, en un pequeño hotel. A la noche fuimos a cenar y echamos un pote de aperitivo en la Balanza , un local muy peculiar. La cena nos salió muy barata. Merece la pena quedarse en Maldonado, ya que Punta queda a tiro de piedra. En bici estás en 10 minutos.














Estos son los famosos dedos de la turística Punta del Este.

jueves, 7 de agosto de 2008

De Montevideo a Atlantida y Piriapolis

Comenzamos nuestra ruta por Uruguay partiendo desde Montevideo dirección Atlantida. Una jornada de unos 45 kilometros para comenzar a calentar piernas. El viaje lo hemos hecho por la interbalnearia (que es una especie de autopista). Se supone que está prohibido circular en bici. De hecho hay carteles que lo indican, pero todo el mundo va en bici y la policía no dice nada. Hay peajes y todo, pero las bicis no pagan. Eso por nuestra contribución a la lucha contra el cambio climático!
Atlantida es un pueblo turístico, y en esta época está bastante vacio. Muy tranqui, vamos.
Las vistas en la playa al atardecer son impre- sionantes. Precisamente, nos hospedamos en unos bungalows llamados Atardecer. Aquí unas fotos del alojamiento. Muy completo y barato. Sale por menos de 15 euros la noche.
















Al día siguiente, es decir hoy, hemos partido temprano (casi a las 10:30, vaya madrugón) hacia Piriapolis. Hay que tener cuidado, que ahora en temporada baja muchos restau- rantes están txapados. Por ello hemos hecho el viaje de tirón, los últimos 20 kilómetros kagandonos en tó. En Piriapolis hemos comido en la Langosta, un local donde a cualquier hora del día te dan de comer. Muy bien. Sobre todo la pasta y los panqueques (creps), que están de muerte.



Parece que todo está tan cerca de casa...






martes, 5 de agosto de 2008

Montevideo: una ciudad a la orilla de la plata

Hemos recorrido las Ramblas de la ciudad de Montevideo. Este paseo recorre las orillas del oceano Atlantico y del rio de la Plata. Hoy el agua estaba marron, lo que significa que predominaba el agua salada de mar. Sin embargo, cuando esta verde, predomina el agua dulce. La temperatura no se nos ha ocurrido probarla!







La temperatura es bastante agradable, aunque tambien nos han dicho que cambia mucho de un dia para otro, e incluso en una misma jornada. Hoy hacian 13 grados, un dia soleado con una suave brisa, eso si, fria.
El paseo maritimo tiene una longitud de unos 10 kilometros (por lo menos el trecho que hemos hecho nosotros. Esta bien para andar en bici, ya que en algunos tramos hay incluso carril bici, y en el resto puedes ir tranquilamente por la acera. Esta bonito para hacerlo y llegar hasta la Ciudad Vieja. En ella recomendamos la visita al Mercado del Puerto. En el hay numerosos restaurantes y chirinquitos, todo bastante barato y con buena concina. Hemos picado algo en un chiringuito de nombre desconocido y luego hemos comido en La Yerra, un restaurante acogedor. Tanto que entre los amigos del restaurante se encontraban gente conocida como Serafin Zubiri y Chengue Morales. Suponemos que seran habituales del lugar. Hemos comido muy bien y barato. Eso que dicen que es dificil encotrar verduras en Uruguay es mentira. Habia mas opciones que en cualquier restaurante de Euskal Herria. Os lo decimos nosotras, que estamos acostumbradas a recorrer restaurantes buscando opciones vegetarianas.
Ah! El vino, ciertamente dulce, esta cojonudo. Y el servicio es muy agradable y atento.
(Que conste que no nos llevamos comision por estos comentarios publicitarios)
En los restaurantes y bares es recomendable
dejar propina.

Para finalizar con la jornada, hemos acudido a Radio Centenario. Es una radio tipo comunitaria que mezcla a personas que trabajan de forma profesional con otrs que lo hacen de forma voluntaria. Esta vinculada al Movimiento 26 de Marzo, que hasta hace poco participaba en el Frente Amplio, conglomerado de organizaciones de izquierdas que en la actualidad gobiernan el pais y la capital. Hace poco, por desavenencias, decidieron dejar el Frente y trabajar desde la oposicion.
Efrain Chury Iribarne nos ha invitado a su programa para hablar de la situacion de Euskal Herria. Esta gente es muy solidaria, y prueba de ello es que todas las semanas se emite un programa llamado Orain Euskal Herria sobre la actualidad de la politica vasca. Aintzane (en la imagen), es una de sus locutoras.

Montevideo: una ciudad de cuidado

Hoy hemos comenzado nuestra visita ciclista a la ciudad de Montevideo. Si circulas en bici, pronto te daras cuenta de algunas cosas llamativas para quienes venimos desde Euskal Herria. Una de ellas son los semaforos. Hay que tener cuidado, porque son diferentes a los de alla. La luz verde y la roja significan lo mismo, claro! Pero el semaforo al que tienes que hacer caso esta situado al otro lado de la calle. En la imagen no se ve muy bien, pero justo encima de la cabeza de Su esta el semaforo que nos obliga a deternernos ...¡a decenas de metros nuestra! Sino te andas al loro y no lo ves puedes tener un grave accidente.
Otra cuestion son los pasos de cebra. Hay algunos... pero estan en fase de extincion! Los uruguayos ahorran mucha pintura blanca, ya que solamente pintan un par de rayas que indican el paso. Todavia no entiendo muy bien el sistema. Si vas de peaton, cuidado! Ademas los semaforos tambien son diferentes. Aca no hay muñequitos.
De todas formas nos han dicho que Buenos Aires si que es de cuidado. Asi que Montevideo es una delicia para andar en bici.

lunes, 4 de agosto de 2008

Ya estamos aca!

Tras doce horas de vuelo, precedidas de horas intermi-
nables en Barajas (por cierto, no se les ocurra tomarse un vino alla, que te sisan la cartera!), hemos llegado a Montevideo. Impresionante la ovacion popular de los pasajeros y pasajeras al piloto cuando hemos aterrizado en Carrasco. Como en las peliculas tras un viaje accidentado (truculento, como diria "aquel").
En el aeropuerto nos estaba esperando Aintzane. Las bicicletas han llegado, pero no sabemos todavia en que estado. Las cajas estaban abiertas y rotas. Esperamos que no se haya perdido o roto nada.
Aca hace fresquito, unos 7 grados, aunque es agradables despues del calor madrileno. Esta foto es en casa de Aintzane, antes de comer las pascualinas (empanadas de acelga y huevo cocido que ya os contaremos como estan).
La Su dice que me ama y que tiene mucho sueño. Como siempre, vaya. Yo tambien la amo. I loviu, cordera!
Ji, ji, ji.

domingo, 3 de agosto de 2008

Ya falta menos!

Tras una buena comilona familiar (opípara, como diría "alguno"), nos disponemos a partir de nuestro lindo hogar (snif, snif, que penika nos da). Uruguay nos espera.