viernes, 15 de agosto de 2008

De La Paloma a Cabo Polonio: un pequeño paraiso del Uruguay

Nuestra siguiente meta era Cabo Polonio. Un lugar donde la organización de sus vecinos y vecinas ha permitido que la relación entre los seres humanos y los animales sea sostenible. De este modo, en este pequeño enclave se encuentra la mayor colonia de lobos marinos de América y quizás del mundo entero.







La travesia en bicicleta fue verdaderamente dura: ibamos cargados de comida, con mucho peso, hacía mucho viento (como casi siempre en contra) y eran unos 50 kilometros los que teníamos que hacer. Cuando ya llevavamos un buen rato andando en bici nos dimos cuenta al ver un cartel que tan solo habíamos recorrido 19 kilometros. Todavía quedaban 31 más! Otra vez más volvimos a dudar sobre nuestra capacidad para acabar la rute, pero finalmente lo conseguimos.


Para acceder a Cabo Polonio debes tomar un jeep que te acerca hasta el poblado. Está prohibido entrar con coche o moto.


En este pueblo hay unas 450 casas, y en verano la cosa se pone a 100. Alrededor de 2.000 personas se concentran en el lugar. Nada que ver con lo solitario que se presenta en invierno. No se veía un alma! Pasamos dos noches en Cabo Polonio, y una de ellas hizo un tiempo de perros. El viento era muy fuerte y la lluvia lleno de charcos los alrededores. Para nosotras fue la ostia, y para los habitantes del lugar no fue sino una tormentica.















Nuestro hogar en Cabo Polonio. Las casas se
alquilan en Cabo mismo y son bastante
baratas, aunque muy rudimentarias: no hay
ni electricidad ni agua corriente.

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